Louis Ghost 20th Anniversary
Milano
Novembre 2022


LOUIS GHOST 20th ANNIVERSARY

Para celebrar su vigésimo aniversario, Kartell ha elegido una colaboración especial con el Teatro alla Scala, símbolo de Milán y templo de la ópera y el ballet. Precisamente el ballet se convierte en una oportunidad para plasmar cualidades compartidas entre los pasos de danza y la línea dibujada de la silla, es decir, ligereza, perfección, elegancia y estilo. La esencialidad de esta silla ya había captado la inspiración del coreógrafo Patrick de Bana para su creación Marie Antoinette, surgida en 2010 como un paso a dos para y con Agnès Letestu, estrella de la Ópera de París y también autora del vestuario, y reinterpretada en 2016 a petición de Manuel Legris, entonces director del Staatsballett de Viena, recibiendo también una nominación al prestigioso Benois de la Danse. Para este proyecto sin precedentes con Kartell, de Bana ha creado para la ocasión el paso a dos «Marie Antoinette Reloaded» inspirado en su ballet Marie Antoinette y ha confiado sus líneas, fuerza e inspiración a Maria Celeste Losa y Gabriele Corrado, solistas de la Scala que combinan técnica, expresividad y energía contemporánea con gracia y armonía innatas.

El ballet y la silla son el tema del guion de un cortometraje titulado «Louis Ghost on stage» dirigido por la joven directora Aksinja Bellone. Un proyecto más que conforma arte y diferentes expresiones creativas en torno a un objeto fruto de la creatividad pura. El corto se emitirá en los canales digitales de Kartell y pasará a formar parte de esos proyectos especiales que se guardan en el Museo Kartell para resaltar las páginas de una historia que continúa.

En el Ridotto Toscanini, una galería de imágenes y contribuciones en vídeo a la Louis Ghost enmarcará los momentos de la actuación, incluido el monólogo «Yo soy Louis Ghost» en el que la silla habla de sí misma mediante la voz de la actriz Matilde Gioli en un texto escrito por Lidia Labianca.



I AM LOUIS GHOST

Interpretación
voz: Matilde Gioli
texto: Lidia Labianca


Señoras y señores, ladies and gentlemen, Mesdames et Mesieurs… me llamo Louis Ghost, soy una silla y tengo veinte años. Todavía eres muy joven, podrán pensar, pero si recuerdo todas las cosas que he hechoa lo largo de estos años y las personas que he conocido, bueno, ¡entonces es como si tuviera cien años!

Tengo más de dos padres -¡soy muy moderna!- que me diseñaron hasta el más mínimo detalle antes de traerme a este mundo. Por un lado, aquellos visionarios de Kartell que imaginaron crear una silla con policarbonato, un material plástico que hasta entonces se utilizaba para fabricar los escudos de la policía de Estados Unidos. Hay que ser un soñador lleno de sentido práctico y de estrategia para intuir que lo que se usaba para defenderse podía convertirse en portador de belleza, hospitalidad y de mirada transparente del mundo que nos rodea.

Por otro lado, ese ingenio de Philippe Starck que no dejó pasar la oportunidad y, como un hábil demiurgo, me diseñó a imagen y semejanza de una silla del pasado, ¡una silla de reyes!

A lo que iba: Starck me diseña, Kartell estudia el proyecto y me lleva a cabo y yo… TACHÁN… ¡hago mi aparición! Como por arte de magia, de un sofisticado molde en el que se inserta el material en gránulos, salgo yo, hecha y acabada, lista para comenzar mi aventura por el mundo.

Cuando aparecí, la gente hacía cola para comprarme delante de las tiendas de todo el mundo. ¡Todos me querían en sus casas, en las salas de reuniones, en los restaurantes! Aunque mi nombre masculino y real, Louis, y el hecho de que yo era una silla, sustantivo femenino, podía confundirlos un poco («¿Dónde has puesto tu Louis Ghost?», «¡La verdad es que tengo una Louis Ghost!») ¡ellos me querían!

Al principio pensé que ese «ghost» significaba que yo, ya saben, tenía que quedarme un poco escondida, tenía que estar y no estar, mostrarme y no mostrarme. Y en cambio, queridos amigos, ¡quién iba a pensar que habría llegado a tener tanta visibilidad sin tan siquiera tener esas cadenas que hacen ruido y anuncian la llegada de fantasmas atadas a mis pies!

Como dijo mi padre Philippe en múltiples ocasiones, todos pueden decidir si verme o no verme, pero eso no significa que yo no haya estado allí durante veinte años, me han visto, he estado en muchos lugares y he conocido a tanta gente que si me entraran ganas de escribir mi biografía podría llenar tomos enteros.

De la muralla china a los acantilados de Ciudad del Cabo, de Londres a París, de Río de Janeiro a Tokio, de Grecia a Venecia, tomé asiento frente a las grandes maravillas de la tierra, las creadas por la naturaleza y las nacidas del ingenio de los hombres. Modestia aparte, puedo decir que me siento bien en todas partes.

¿Hablamos de las personas que he conocido? Nunca podré olvidar cuando, en 2007, justo al lado del Papa Benedicto XVI, yo estaba allí, una y múltiple (no «una y trina», no quiero ser blasfema, que quede claro…), reunidos en un momento de gran espiritualidad. O esa vez cuando nada menos que Su Majestad, la Reina Isabel, sentada junto a Anna Wintour, asistió a un desfile de moda conmigo.

¿Y qué pasa con todos los artistas y diseñadores que en los últimos veinte años me han hecho más original, extravagante y personalizada? ¡Supongo que soy una auténtica musa! Vale, me estoy dejando llevar, lo siento. Pero, vaya, es cierto que cada vez que a mis «padres» se les ocurre la idea de hacerme la estrella de un evento, nadie se salva: Bob Wilson me llenó de palabras, Antonio Marras me dio alas, Piero Lissoni me iluminó de neón, «papá» Philippe me firmó, coloreó y transformó en el plano de la ciudad de Milán, Jeremy Scott me transformó en su osito Toy Moschino y Stefano Arienti incluso me representó en uno de sus magníficos cuadros. Aunque lo confieso, a veces también me he sentido un tanto... rara. Como cuando los estudiantes de Brera me llenaron de colores como si fuera un lienzo de Pollock o el artista Nuku me «tatuó» como el más serio de los maoríes (mira, me habría gustado decirle, ¡cuidado!, ¿no ves que me dan escalofríos?).

Y también he estado en los mejores teatros del mundo, en Praga, Viena y ahora en La Scala de Milán. Incluso he tomado asiento en el Coliseo, me han expuesto en museos y me querían en películas y en espectáculos de prosa y danza, hice de «madrina» en la inauguración de grandes restaurantes. Es decir, una vida más que plena.

Lo sé, lo siento, estarán pensando «¡pero qué aires se está dando! Si solo es una silla...». ¿Me estoy extendiendo? Dios no quiera que me convierta en sillón, ¡ja, ja, ja! Pues que sepan que nunca he olvidado quién soy y, lo confieso, me produce mucha alegría pensar en todos los hogares del mundo donde he encontrado mi sitio: desde salas de estado hasta la intimidad de los dormitorios, desde cocinas con aromas de buenos manjares hasta los estudios de jóvenes estudiantes y profesionales, comparto la vida de millones de personas que me eligen como su compañera cada día. Para entrar en los espacios de los más pequeños cambié de cara e hice que se sentaran Barbie y los Minions, me hice chiquitita, chiquitita y me hice llamar Lou Lou y me dejé colorear para alegrarles el día. ¡Toda la vida!

Soy una silla, lo sé, pero siento, percibo todo y reflexiono. En estos veinte años yo también he desarrollado una conciencia ecológica y hoy -¡gracias, de nuevo, a mis padres!- estoy hecha en gran parte de materiales de desecho de la celulosa, completamente reciclable, respetuosa con el medio ambiente y con nuestro planeta.

Bueno, creo que ya les he contado todo sobre mí. ¿Qué? ¿Se acabó mi tiempo? ¿Tengo que acabar? Vale, esperen, busco las palabras adecuadas...

Soy única, pero repetible. Puedo estar sola, pero me encanta la compañía. Soy transparente, pero no me importa que me miren. Puedo permanecer encerrada entre cuatro paredes, pero me encanta el aire libre. Doy la bienvenida y doy consuelo, pero capto las vibraciones y el alma.

Tengo una larga historia, llena de acontecimientos y normalidad. Una historia para contar yo sola, como ahora. Pero que tan solo espera que se siga escribiendo con cada uno de ustedes.

Louis Ghost 20th Anniversary Gallery

Louis Ghost At Teatro alla Scala